El presidente de Ucrania Volodímir Zelenski comparece esta tarde ante el Congreso de los Diputados. Una intervención que será un buen momento para comprobar si realmente existe o no unidad en torno a la guerra en Ucrania por parte de los grupos políticos de la Cámara baja.
A LA SEGUNDA, SE LOGRÓ FIJAR FECHA
Batet envió la invitación a mediados de marzo y desde entonces ha estado en permanente contacto con la Embajada de Ucrania hasta que la pasada semana se pudo por fin cerrar la fecha. Según explicó la presidenta, desde el primer momento Zelenski mostró su disposición a intervenir ante el Parlamento español e incluso llegaron a manejar otra fecha anterior, pero no se pudo concretar.
El formato acordado con la Embajada consiste en un acto de apenas media hora de duración, dadas las dificultades que vive Ucrania desde la invasión por parte de Rusia y particularmente Zelenski, convertido en objetivo de las tropas rusas, lo que le obliga a cambiarse de espacio, superar problemas de conexión y acortar su presencia mediática ante el exterior para no ser localizado.
La sesión comenzará a las cuatro de la tarde con una presentación a cargo de Batet y después intervendrá Zelenski para dirigirse a los diputados y senadores que quieran asistir al hemiciclo. Después, y a solicitud de Kiev, también hablará brevemente Pedro Sánchez, y finalmente Batet despedirá al mandatario ucraniano.
En total, Zelenski ha comparecido en más de diez asambleas legislativas a las que ha reclamado, sin excepción, apoyo armamentístico a su país. El formato que la Mesa del Congreso ha acordado con la Embajada ucraniana, treinta minutos como máximo, responde al blindaje en la seguridad que precisa Zelenski al ser objetivo prioritario de las tropas rusas. Aun así, Ciudadanos ha pedido que se habilite una ronda de intervenciones para que los distintos grupos parlamentarios puedan expresar también su apoyo a Ucrania aunque el presidente Zelenski ya no esté conectado. Algo pendiente de decidir por la Mesa.
Mientras, la UE investiga los "crímenes de guerra" de Rusia tras la masacre de Bucha. Bruselas prepara "con urgencia" sanciones más duras e insta a Alemania y a Hungría a que corten su dependencia del gas ruso. Mientras, crecen las denuncias internacionales contra Moscú por "genocida".