El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió este jueves a los líderes de la Unión Europea que impere el "pragmatismo" y le entreguen aviones para combatir a Rusia y, desde la sala en la que un día espera estar como miembro del club, reclamó acelerar la ampliación para "motivar al Ejército".
"Me parece que también es justo que Ucrania se siente a la mesa de los líderes europeos" y "que seamos parte del quehacer diario europeo que esperamos que se confirme en el futuro", dijo Zelenski tras reunirse con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE.
El líder ucraniano destacó el simbolismo de su visita presencial a las instituciones europeas, pero ante todo, subrayó que no puede "volver a casa sin resultados", después de una gira europea que en su segunda salida de Ucrania desde el inicio de la invasión, le llevó también a Londres y París.
Zelenski destacó la importancia de que los contactos que ha mantenido en las últimas horas con sus socios occidentales "aporten resultados" porque "aunque puede sonar impertinente (...) ahora se impone el pragmatismo" y "necesitamos armas".
En este sentido, consideró que durante su visita a la capital británica se ha "avanzado hacia las soluciones relativas a los misiles de largo alcance y a la formación de nuestros pilotos".
Allí, el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, mostró su compromiso a formar a los pilotos ucranianos en el manejo de cazas occidentales pese a no haber decidido si entregarán a Kiev las aeronaves, y reconoció que Ucrania necesita a corto plazo tanques y misiles de largo alcance.
Por lo que respecta a su paso anoche por París, donde se entrevistó con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, Zelenski afirmó que se trató de "una reunión muy intensa, muy importante".
Zelenski aseguró que ha alcanzado "ciertos acuerdos" que aunque "no son públicos", son "positivos". "No me gustaría anunciar muchas cosas públicamente, pero todo lo que puedo decir es que estamos trabajando para la mejora de nuestras capacidades", en concreto en relación con blindados y tanques.
El líder ucraniano advirtió también de que las "actividades subversivas" de Rusia van más allá de Ucrania, hasta el punto de que su Gobierno ha interceptado un plan de los servicios de inteligencia del Kremlin "para la destrucción de Moldavia".
Zelenski desconoce si Moscú ha dado la orden para llegar a cabo el plan, pero aseguró que tan pronto como tuvo conocimiento informó a la presidenta moldava, Maia Sandu.
Para el presidente de Ucrania, la situación actual de guerra en Europa se asemeja a los momentos iniciales de la integración Europea: "Si somos capaces de garantizar la seguridad en Europa a largo plazo, os puedo garantizar que vuestros nombres estarán en la historia de Europa junto a los de (Robert) Schuman y (Jean) Monnet", los ideólogos en los inicios del proyecto comunitario.
"Sé que todos vosotros tenéis la fuerza suficiente para hacerlo", aseveró.
EL CAMINO A CASA
Antes de llegar al Consejo Europeo Zelenski intervino en un pleno extraordinario del Parlamento Europeo en el que afirmó que "Ucrania será miembro de la Unión Europea".
"Para Ucrania, Europa es el camino a casa. Estoy aquí para defender el camino a casa de todos los ucranianos, de todas las edades, estatus social y convicciones religiosas", afirmó.
Tras haber obtenido el estatus de país candidato, Zelenski insistió en su voluntad de iniciar las negociaciones de adhesión este año.
"Lo necesitamos este año 2023 y cuando digo este año quiero decir este año", recalcó Zelenski, que aseguró que es algo que Ucrania "quiere mucho, para motivarnos y para motivar a nuestro Ejército que está siendo atacado por los rusos".
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, recordó que en el proceso de ampliación "no existe un calendario rígido" y que se trata de un "proceso basado en los méritos", pero prometió a Zelenski que la UE estará al lado de Ucrania "en cada paso" hasta que Kiev "cumpla sus sueño europeo".
Tras la rueda de prensa, Zelenski encadenó cuatro reuniones en las se repartieron veinticinco líderes europeos, salvo el alemán y el francés, a quienes vio en París la víspera, y después, tras casi siete horas en la sede del Consejo Europeo, se dirigió al Palacio Real, donde le recibió en audiencia el rey Felipe de Bélgica.