Zizur Mayor/Zizur Nagusia celebra 30 años desde que, el 6 de noviembre de 1992, se convirtiera en municipio independiente al disgregarse de la Cendea de Cizur. Y para conmemorar este hito y conservar la memoria colectiva de generaciones y generaciones de zizurtarras, el Ayuntamiento ha promovido la elaboración de un documental audiovisual, que esta tarde se ha estrenado en la Casa de Cultura ante los ojos de vecinas y vecinos.
El documental Zizurtarrak, paticos y paticas , producido por Labrit, recoge el testimonio de varias decenas habitantes que vieron convertirse, durante la segunda mitad del siglo XX, en uno de los municipios más poblados de Navarra a aquel Zizur Mayor rural, de grandes casas familiares y que miraba a las labores agrícolas.
Para la conducción del documental han elegido la figura de Ambrosia Arriola, el nombre de una zizurtarra a la que en su tiempo le tocó ayudar y trabajar en todo lo que tocaba, desde la asistencia al parto como comadrona hasta amortajar “con mucho cariño” a los vecinos y vecinas que fallecían. Esas memorias del pequeño pueblo están muy presentes en el documental. “Yo recuerdo cuando en Zizur había seis u ocho labradores muy buen asentados”, explica en la cinta Luis Urdánoz Garde.
Las familia de agricultores y de trabajadores del campo aprovechaban entonces todos los recursos que estaban a su alcance. Por ejemplo, los juncos que poblaban las orillas de las balsas llenas de patos, vestían las procesiones. “Sacábamos lo mejor que teníamos en casa y hacíamos altares con los juncos”, dice Elena Medina Hernández.
Algunas de las familias más conocidas de este tiempo fueron los Urdánoz, con su molino, al que iban a moler grano “desde 20 kilómetros a la redonda”. También la familia Ansa, con su parada de cerdos sementales. “La diputación nos ponía unos cerdos machos y de los pueblos venían cerdas para que las preñaran”, cuenta en el documental Paquita Ansa.
Nuevos zizurtarras
En la segunda mitad del siglo XX, a Zizur Mayor, como a otros pequeños pueblos navarros les llegó el momento de cambiar. Llegaron nuevos vecinos, de Extremadura o de Andalucía. Primero habitaron la que los zizurtarras llamaron “la Casa Grande”, y luego se convirtieron en los nuevos vecinos y vecinas de Zizur Mayor. “Los que vinieron a Zizur Mayor nos enseñaron a hacer dinero y también a vivir”, declara Jesús Ibero Urdánoz.
A finales de los 60 comenzó a edificarse la urbanización de Zizur Mayor, y poco a poco, fue completando la forma que conocemos a día de hoy. Posiblemente una de las personas que mejor conecta los dos Zizur Mayor es Paquita Ansa. Durante años fue la maestra de la escuela de la localidad, y como reconocimiento, el Consistorio dio su nombre a la escuela infantil de la localidad. “Paquita era una dulzura, yo creo que les enseñaba cantando”, sostiene Anunciación Díez Vallejo.
El testimonio de Paquita Ansa se conservará gracias a este documental, igual que el de otros vecinos y vecinas ya fallecidos. Los recuerdos de Luis Urdánoz Garde, Pedro Mari Urdánoz Urdánoz, Martín Jesús Elía, Laurentina Arriola, Juana García, Vicente Medina o Jesús Olave también seguirán vivos para las próximas generaciones de zizurtarras.
Homenajes:
La cita ha servido también para rendir homenaje a representantes políticos que forman parte de la historia de Zizur Mayor: el socialista José Ruiz Garrido, en la que es su última legislatura como concejal tras una dilatada trayectoria política en el municipio; el que fuera primer alcalde de Zizur Mayor como municipio independiente, Luis Ibero, fallecido en noviembre de 2020 y cuya viuda recibió un ramo de flores; y Luis María Iriarte, alcalde de Zizur por UPN entre 1996 y 2007 y de 2011 a 2015.