Athletic

¡Zorionak, San Mamés!

El legendario estadio bilbaíno cumple hoy 111 años
Imagen del último partido jugado en San Mamés antes del cambio de ubicación al actual

Su actual aspecto es el de un estadio confortable y moderno que da cabida a más de 53.000 personas. Y calificado con la máxima nota. No en vano va disputar el próximo mes de mayo toda una final europea y en 2020 iba a ser sede de una Eurocopa que finalmente esquivó Bilbao debido a los rigores de la pandemia. Sufrió una radical transformación ya hace once años, coincidiendo con su centenario y modificando en unos metros su ubicación, pero mantiene su esencia, la de ser el hogar de la familia rojiblanca. Ya sin el emblemático arco, símbolo único presente en las instalaciones de Lezama tras seis décadas completas sobre el voladizo de su tribuna principal, San Mamés siempre será San Mamés. Ha sido, es y seguirá siendo el santuario del Athletic Club y toda su gente, y le toca soplar ya nada menos que 111 velas.

Después de tres lustros en los que el club zurigorri ocupó en sus albores distintas dependencias dando sus primeros pasos y actuando como local, en lugares como las campas de Jolaseta y Lamiako, todo comenzó el 21 de agosto de 1913, miércoles, a las cinco y cuarto de la tarde. Athletic y Racing de Irun se citaron en un partido que estaba encuadrado en un torneo triangular en el que también tomó parte el conjunto inglés Shepherd's Bush FC, que quedó campeón tras ganar en sus dos compromisos. 

Cuentan las crónicas de comienzos del siglo pasado que ese choque inaugural fue arbitrado por José Ángel Berraondo, entonces jugador de la Real Sociedad, y acabó con empate a uno. Rafael Moreno, 'Pichichi', se convirtió en todo un mito a partir de aquel día, ya que, unido a su prematura muerte, fue el primer jugador en marcar un gol en el estadio con apenas cinco minutos de juego disputados, aprovechando un pase de Severino Zuazo, quien curiosamente había sido el encargado de hacer el saque de centro que dio comienzo a aquel partido inaugural. Su busto le recuerda desde tiempos inmemoriales cada vez que hay partido.

Respondiendo a las necesidades

El recinto, considerado por muchos el Wembley vasco, contaba en aquel entonces con una capacidad para algo más de siete mil espectadores, poco menos de la mitad con derecho a asiento. La tribuna era de madera de tonos claros al estilo inglés y el terreno de juego, ya con césped, contaba con unas dimensiones algo inferiores a las que ha venido acostumbrando con posterioridad, en concreto 103 metros de largo por 62 de ancho. Otro detalle de la época recuerda que las mujeres tenían una instalación aparte con acceso desde esa única tribuna, a cuyos lados figuraban taludes de césped acompañados de centros florales y también ondeaba la bandera rojiblanca en un gran mástil. Aquel San Mamés tuvo un coste total ligeramente superior a las 89.000 pesetas.

Las instalaciones fueron adaptándose a las necesidades de una ciudad que aumentaba en población y un pueblo que respiraba fútbol por todos sus poros, pero hubo que esperar hasta 1956 para construir y estrenar la Tribuna Sur, a 1962 para la Norte, llamada Tribuna Jesús Garay porque se financió con el dinero del traspaso del gran central al FC Barcelona, y a 1973 para cerrar las instalaciones con la Tribuna Este, completando un aforo de 40.000 aficionados, que llegaron a ser 46.000 cuando, ocho años después se volvió a reformar el estadio con motivo del Mundial de 1982, en el que Inglaterra jugó los tres partidos de la primera fase ante Francia, Checoslovaquia y Kuwait.

La capacidad de las gradas registraron años más tarde de nuevo el descenso hasta las 40.000 localidades, porque diez mil de ellas, sitas en ambos fondos, no eran sentadas, y se tuvo que cumplir con la normativa de seguridad implantada a finales del pasado siglo.

Días de gloria

A lo largo de tanto tiempo, y dejando de lado lo más cercano, multitud, miles de datos y anécdotas avalan e impregnan la larga historia de San Mamés. Por dar cuenta de algunas, amén de aquellos reseñados choques mundialistas en los que fue el epicentro futbolístico del planeta, aquel célebre, y hasta ahora insuperable, 12-1 endosado al Barça con Mr.Pentland en el banquillo en 1931, el estreno en competición europea en 1956 con aquella histórica nevada y el 5-3 sobre el Manchester United, aquella final imposible de la Copa de la UEFA contra la Juventus en 1977 y la celebración de la Liga con el salvador gol de Iñigo Liceranzu a la Real en 1984

También hubieron momentos peliagudos, de pasarlo verdaderamente mal. Probablemente el más recordado sea el de junio de 2007 cuando no quedaba otra que ganar para evitar el descenso a Segunda División. Se ganó, al Levante, que acabó por ser el último rival en antes del derribo en partido oficial. Pocos días después, el 5 de junio de 2013, llegó el colofón con un emotivo amistoso entre el Athletic y la selección de Bizkaia que dejó para la posteridad ver de nuevo vestidos de corto a leyendas como José Ángel Iribar, Dani o Julen Guerrero.

Si aquel primer gol fue logrado por Pichichi, el último llevó la firma de otro delantero, el getxotarra Alain Arroyo, en aquella época en las filas del Mirandés y que fue uno de los integrantes de aquel combinado vizcaíno. Ya en septiembre, y sin perder la esencia, ganar en comodidad y amoldarse a los actuales tiempos, con el emplazamiento ya 'girado' hacia la antigua Feria de Muestras, que dejaba libre el terreno de juego de toda la vida en lo que ahora es la amplia explanada en la que se puede disfrutar de la estatua en honor al 'Txopo', continuaría la singladura de los leones comenzando por el triunfo ante el Celta por tres goles a dos. El brasileño del cuadro vigués Charles fue el encargado de estrenar el capítulo goleador en el actual emplazamiento.

21/08/2024