Civislend ha concluido con éxito el periodo de captación de 3,7 millones de euros para el residencial Zorrozaurre Isla, uno de los proyectos que en Bilbao está desarrollando la compañía Urbas. Esta operación es el mayor proyecto de crowdfunding inmobiliario de deuda en el Estado, ya que en 10 días se ha conseguido el 100% de los fondos a través de la plataforma de crowdfunding inmobiliario Civislend por un total de 117 inversores.
Esta oportunidad de inversión en deuda está focalizada en el proyecto Zorrozaurre Isla, promoción de obra nueva “en el nuevo Manhattan de Bilbao, la zona de desarrollo urbanístico y regeneración urbana más importante de la ciudad de los últimos años”, apuntaban. En esta área Jaureguizar -promotora de Urbas- está desarrollando más de 850 viviendas que se suman a las más de 3.000 que el grupo tiene actualmente en desarrollo.
Zorrozaurre Isla se compone de 143 viviendas de protección oficial, 185 plazas de garaje, 144 trasteros y 5 locales. Las viviendas contarán con alta calificación energética por su reducido consumo y bajo nivel de emisiones. El director de operaciones de Civislend, Pedro Ruano, subrayó que el crowdfunding inmobiliario de préstamo es una alternativa de inversión “cada vez más consolidada”, no solo por la confianza que depositan las promotoras que buscan diversificar sus fuentes de financiación, sino “por la gran acogida que está teniendo tanto en pequeños inversores que buscan rentabilidad para sus ahorros como en los que quieren introducir alternativas de inversión con garantías, en este caso hipotecarias, en su cartera”.
Bilbao, sinónimo de dinamismo
Además, agregó que ir de la mano de Urbas les permite continuar generando “confianza, transparencia y seguridad”. Por su parte, Urbas puso en valor que están “muy satisfechos” con la confianza que han depositado los inversores en Zorrozaurre Isla, lo que a su juicio, constata “el atractivo del proyecto y su potencial de rentabilidad”, además del “posicionamiento de Bilbao como destino de inversión por su dinamismo económico, competitividad y consolidación de su mercado inmobiliario”.
Además, indicaron que esta operación también evidencia “la madurez de la financiación participativa en el negocio promotor del país”. “No hay duda de que es una alternativa seria e innovadora y el complemento perfecto a la financiación bancaria para aquellas fases de los desarrollos que esta no cubre como puede ser la compra del suelo o el arranque de los trabajos hasta la concesión del préstamo promotor”, expresaron.
El proyecto, tal como establece la normativa de la CNMV, se ha destinado en exclusiva a inversores acreditados por superar los dos millones de euros. El proyecto Zorrozaurre Isla obtuvo un rating de riesgo tipo A tras la realización de la due diligence. Adicionalmente y con el fin de conseguir una máxima protección de la inversión se ha constituido, entre otras garantías, una hipoteca sobre el activo.