Reala

Zubimendi: "Estoy bien físicamente y si no juego más es por decisión técnica"

Zubimendi, durante un entrenamiento en Zubieta

Mire atrás: todo sigue yendo muy rápido en su carrera...

–Hace poco hicimos una revisión de los partidos que llevaba y es verdad que son mogollón para los dos años que llevo. Está pasando rápido, sí.

¿Siempre de mediocentro?

–En el Lengokoak era central, en el Antiguoko mediocentro y alguna vez mediapunta, y en la Real jugaba en doble pivote. Yo estaba con Ezkurdia, Aldasoro, que era delantero...

Muy valorado desde el principio...

–Quizá lo era pero no lo sentía así y eso creo que me ha ayudado, no sentirme una pieza preciada... Había gente que subía con los mayores muy rápido, yo no, iba con los de mi edad.

¿Cuál es el momento en el que se da cuenta de que va a llegar?

–Quizás el confinamiento fue un punto de inflexión. Yo estaba jugando en el Sanse, tenía gente por delante en el primer equipo y dije: O doy un poco más o se me escapa esto. Me preparé por mi cuenta en casa, monté un buen gimnasio, y cuando acabó ya entré con el primer equipo. Por suerte había entrenado bien y cuando llegó la oportunidad tenía esa tranquilidad de que yo había entrenado bien.

Cuando debutó no se sentía aún de Primera...

–Sí porque no venía jugando en el Sanse, era suplente... Luego ya cuando empezó el confinamiento ya sí que lo cogí con otra confianza.

Siendo de aquí, ¿alucinará con Anoeta por fin lleno este curso?

–Por suerte soy de los que piensa que me ha ayudado a vivir esa transición de estar en el primer equipo, el jugar aquí en Zubieta y pasar a Anoeta con mucha gente, te puede impactar. El jugar sin público me ha ayudado a coger confianza primero con mis compañeros y luego a que no me pese el jugar delante de la afición. Y ya este año cuando he empezado a jugar he notado todo lo positivo que puede tener el jugar con público. Los primeros días lo notaba mogollón, últimamente menos, estoy tan concentrado que ni me entero.

Algunos dicen que es el que más siente la Real de la plantilla...

–El que más no voy a decir, pero siendo de Donostia, jugando en el Antiguoko, viendo a la Real todos los fines de semana, es que no sé qué otra cosa podría ser. Lo que no he sido es de otro equipo, nunca me ha llamado la atención ninguno, soy de la Real.

¿Por eso la derrota ante el Leipzig le dolió hasta la lágrima?

–Quizás por las expectativas, que a veces pueden ser muy malas. Veníamos de la derrota en San Mamés en la que yo personalmente no había estado nada cómodo y había hecho un trabajo durante la semana para darle la vuelta y decir, esta vez sí. Pero de nuevo no me sentí cómodo y creo que eso me dolió mucho por el equipo y porque no estaba disfrutando.

El equipo le arropó mucho...

–Sé que mis compañeros van a estar conmigo, pero soy de los que no les gusta mucho que le hablen cuando perdemos y no hay nada que me levante más que yo mismo.

Eso viene desde txiki.

–Pregúntale a mi padre. Me podía tirar dos días sin hablar. Literal. Venir mis amigos a verme un partido para luego ir a cenar, perder, y yo decirles que me iba a casa.

¿Cuando pierde la Real también le duele en el alma?

–Más que la derrota me molesta más la imagen o las maneras. Valoro más el hecho de la personalidad o las opciones que hayamos tenido.

Hasta ha sido titular en una final de Copa. ¿Tenía miedo de no jugar?

–¡Que no pasen otros 30 años! Yo llegaba justo porque había ido con la selección y estaba con molestias. El equipo llevaba días entrenando y llegaba al partido con tres días de descanso.

Pero negociaron para que jugase...

–Prefiero no contestar a eso (risas). Algo habría. Al final lo hice bien, pude jugar la fase de grupos del Europeo y luego me tocó jugar la final y ganar.

¿Fue como lo había imaginado?

–Mucha tensión. Puede ser uno de los momentos con más nervios de mi vida. Es verdad que pasados quince minutos me empecé a sentir bien y se me fue pasando, pero la previa fue... Para mí fue una competición rara porque no había jugado ningún partido antes, solo la final, pero la sentí como si fuera mía. Como la final era con el Athletic, por la espera que hizo que la ilusión fuera mayor... Cumplió todas las expectativas.

¿Cuáles son sus puntos fuertes?

–Que soy completo. No soy lento, de cabeza no voy mal, juego rápido a uno o dos toques, defensivamente me encuentro bien, las disputas no las odio... Soy completo. Mi padre ha trabajado mucho conmigo en eso y se lo agradezco. Ya empezó desde pequeño machacándome la zurda y luego también el juego aéreo.

¿Se acuerda de él en las alegrías?

–Sí, en esto del fútbol es la persona que más me puede ayudar. Obviamente no tenía la experiencia de haber jugado, pero había sido entrenador y noté esa dedicación. El ver que tu hijo tiene un talento más la dedicación que le ha puesto creo que es lo que soy ahora mismo.

¿Se emociona viéndole triunfar?

–Sí, me imagino, pero es bastante reservado para estas cosas. Más bien gente externa me dice Hostia, tu padre estaba muy contento que mostrármelo él directamente.

¿Y qué le queda por mejorar?

–Más en la personalidad y en el carácter, sentirme más presente en el equipo. A veces puedo pasar un poco desapercibido y quiero hablar en el campo, dar otra imagen, ser más líder, un mediocentro como podía ser Xabi Alonso.

Se levanta un día y lee que le quiere el Barcelona...

–Bah! Es que me descojono. No soy de los que le dan mucha importancia a esas cosas ni a los piropos. Aunque a todos nos gusta que nos digan cosas bonitas.

¿Y las críticas?

–De pequeño me jodían más, ahora ya no las leo porque no me aportan nada. Como mucho me van a joder...

¿Se mete en la cama y piensa que es un privilegiado?

–No, no soy de los que piensa eso pero creo que debería hacerlo porque te da autoestima. Muchas veces las rayadas me pueden más que esas cosas. Soy más de pensar en negativo que en ese privilegio.

Pasa por un parque y ve un niño con la camiseta... ¿Qué piensa?

–Esos no tienen ni idea de fútbol (risas). Más que verles, me suelen enviar fotos. Tengo un amigo que está de prácticas en un colegio y me hace ilusión y me emocionan.

¿Se ha encariñado con el dorsal 3?

–A ver qué pasa. Le estoy cogiendo cariño, pero tengo otros números que me gustan más que el 3.

¿Sigue jugando con su cuadrilla?

–En verano sí, en la playa sobre todo nos pegamos buenos piques, pero este año que las lesiones están a flor de piel no quiero regalar esfuerzos.

¿Le ha cambiado mucho la vida?

–No. Siempre está la broma, pero espero que no lo piensen de verdad. Yo sigo haciendo las mismas cosas y juntándome con la misma gente. Soy cuidadoso manteniendo las relaciones. Hago muchas comidas con gente con la que coincidí en la cantera.

Zubieta les fabrica normales...

–Es un poco la actitud del guipuzcoano. Pero cuando llegas aquí están muy presentes los estudios, la actitud que tengas en el cole, están muy encima de ello y yo que he andado en selecciones de España, te das cuenta y dices: Qué ganas tengo de volver porque por ahí hay cada uno...

La frase de que estaba "de camping en Las Landas con la cuadrilla" al final le define a la perfección.

–Es que soy un tipo muy así, no necesito grandes cosas para estar a gusto. Es verdad que se empezó a cambiar el plan que era en realidad. Porque dijeron que desde Las Landas a debutar con la selección y no era así, porque en realidad era más adelante. Al final no pude ir por los Juegos.

¿Es distinto el vestuario de la Real?

–Bueno, en realidad solo lo puedo comparar con el de las selecciones, en el que solo coincides cada cierto tiempo y no tiene nada que ver con el de tu equipo en el que llevas dos años metido y les veo más que a mi familia. Yo estoy seguro de que, por ejemplo, en el Betis también tendrán un rollo increíble. Lo que sí puedo decir es que yo aquí estoy muy contento.

Llegamos a la pregunta clave, ¿está bien? ¿Por qué no sale de titular?

–Físicamente estoy bien. Es verdad que cuando mejor estaba llegó enero y me pasé un mes en el que no quería parar y estuve forzando con molestias. Me rompí un poco, pero andaba cuidándome. Cuando volví tampoco me he sentido cómodo en algunos encuentros, ha vuelto Illarra y está bien y no tengo nada más que decir.

O sea decisión técnica. Estará picado, con lo que es...

–Sí, pero entiendo que son momentos. Aunque sí que me jode, claro.

¿Se ha sentido titular indiscutible?

–No me gusta sentirme así, pero sí que es cierto que los datos así lo decían. Este momento te hace pensar que no siempre será así y que en cualquier momento se te puede escapar, así que me va a venir bien para valorar el día que empiece a jugar de nuevo. Todo puede cambiar en un segundo.

¿Es muy ambicioso?

–Sí, es verdad que no lo exteriorizo mucho, pero sí que por dentro tengo mis propios objetivos.

¿Le gustaría ser un 'one club man'?

–En el fútbol no se puede decir nunca nada con certeza, pero por mis referentes aquí en la Real, lo que han sido y por cómo les ha tratado la gente, me gustaría llegar a ese punto. Hablo de Xabi Prieto, Mikel Oyarzabal...

Las selecciones le vinieron bien para dar otro paso adelante

–He tenido la suerte de que el entrenador de la sub'21 y luego de los Juegos ha confiado en mí una barbaridad desde el primer día. Me llamó una vez y ya no me quitó. En las charlas me solía citar mucho, lo que me dio mucha confianza. La verdad es que reconozco que sentía menos responsabilidad. El ser de aquí y de la Real hace que sienta más este equipo y estos colores lo que me genera más presión. Eso me ayudó a sacar más mi juego y a actuar más desinhibido. A otros les pasará al revés. Sentí mucho cariño, porque no me conocían y a algunos les pude sorprender.

Su vida tampoco ha sido fácil...

–Fácil no, obviamente. Pero para mí no es tan duro el no salir la víspera con los amigos por tener que jugar un encuentro el domingo a la mañana en Zubieta porque me gusta. Entiendo que para algunos pueda ser un martirio, pero para mí no. Si es lo que me gusta, ¿qué mejor plan puedo tener? Objetivo personal del curso.

–Recuperar la titularidad y sentirme una pieza importante en el equipo.

¡Y marcar un gol en Anoeta para celebrarlo en condiciones!

–Eso, y poder celebrarlo sin VAR ni hostias. No tengo nada preparado y soy malísimo para las celebraciones, por eso no meto goles (risas)...

11/03/2022