El Ayuntamiento de Zumaia cambiará la luz de 1.503 farolas (en total hay 2.344) y el alumbrado de 111 semáforos. Todas las luces de Itzurunbide, las calle de Julio Beobide y el polígono industrial Korta ya se han cambiado y ahora se seguirá trabajando en los soportales de la calle Ardantzabide.
Todas las luces que se instalarán en las calles de Zumaia serán de tecnología LED de última generación y de alta eficiencia y contarán con un driver (controlador) electrónico programable que permitirá ajustar el flujo luminoso en función del horario.
En cuanto a los cuadros de mando, se mejorarán 33 (se modificaron 13 cuadros de mando en la primera fase realizada anteriormente). También se instalará un sistema de telegestión y se sustituirán los cables y las columnas en mal estado. Por último, se modificarán los sistemas de iluminación en algunos ámbitos.
El objetivo del proyecto es fomentar la eficiencia energética y reducir los daños al medio ambiente, además de reducir el consumo energético de la localidad. Con el ahorro en el consumo energético destinarán, desde el Ayuntamiento, la cantidad ahorrada a otro tipo de medidas para mejorar Zumaia.
El Ayuntamiento presentó en 2020 al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) el proyecto para mejorar el alumbrado público y ha obtenido 580.000 euros para financiar las obras. Con esta subvención podrá ahorrar el 50% del precio de licitación del proyecto completo.
Reducción del 75%
La potencia de las farolas bajará de 248,29 KW a 59,52 KW y en los semáforos de 9,178 KW a 2,31 KW. Así, el consumo energético bajará, notablemente, un 75%. Además, se reducirá en 446,41 toneladas la emisión de CO₂ a la atmósfera.
El Consistorio de Zumaia abordó hace siete años la iniciativa de mejorar el alumbrado público de la localidad. Para ello se realizó una auditoría y se determinaron los pasos hacia adelante.
La primera fase ha sido muy bien valorada por los técnicos municipales y, de hecho, se ha conseguido un ahorro en el consumo cercano al 73% y se han reducido considerablemente las tareas de mantenimiento.
Por último, los niveles de iluminación se han adaptado a los límites legalmente establecidos.