Zumarraga: Las puertas del paraíso de Mary Franco

Todos tenemos nuestros pequeños paraísos: lugares a los que vamos de vacaciones, que nos recuerdan nuestra infancia, que nos transmiten tranquilidad... En el caso de la pintora zumarragarra Mary Franco, el paraíso está en Barbadillo de Herreros. Su marido nació en esa localidad burgalesa y van allí siempre que pueden. Franco ha pintado las puertas y los pajares del pueblo, antes de que desaparezcan. Los cuadros se expondrán en la entrada de la casa de cultura Zelai Arizti deZumarraga, del 8 al 18 de marzo. Después, se los entregará al Ayuntamiento de Barbadillo de Herreros.

Franco nació en San Martín de Trevejo (Extremadura), hace 77 años. Cuando tenía 3 años la trajeron a Urretxu y en la actualidad reside en Zumarraga. También tiene casa en Barbadillo. “Solemos pasar el verano allí y también vamos muchas veces a lo largo del año, pues se llega en menos de tres horas. Está en el monte, en la sierra de la Demanda. Van muchos cazadores, pues hay jabalís y ciervos. Fue un pueblo ganadero y también hubo una ferrería”.

Entre los que trabajaron en la ferrería se encontraba el padre del escritor y periodista Francisco Grandmontagne. El padre era de Iparralde y la madre de Zegama. Grandmontagne fue integrante de la Generación del 98 y primer presidente de la Asociación de Prensa Donostiarra. Nació en Barbadillo y murió en Donostia, por lo que el Ayuntamiento de Donostia regaló un monumento en su memoria al Ayuntamiento de Barbadillo.

Para entonces, la pintora zumarragarra veraneaba ya en la localidad burgalesa. “Llevo 50 años yendo a Barbadillo, desde que me casé. Es un pueblo muy tranquilo para pintar, para leer... Viven unas 100 personas, pero en verano se llena de gente. Como también me gusta el teatro, todos los veranos monto una obra con los amigos de Barbadillo”.

El miércoles unirá Zumarraga y Barbadillo, de la mano de la exposición que inaugurará en la casa de cultura. La muestra se titula Puertas, pajares y memoria. Para no olvidar a todos los que vivieron y trabajaron en el pueblo y para recordar los buenos momentos vividos con ellos.