El consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, ha reconocido que el refuerzo de la presencia del euskera en los entornos digitales es uno de los principales "desafíos" para el futuro y la supervivencia de la lengua vasca.
Zupiria ha presentado este miércoles, ante la Comisión de Cultura del Parlamento Vasco, la 'Agenda Estratégica del Euskera 2021-2024', aprobada el pasado 2 de noviembre por el Gobierno.
Además de detallar los contenidos de este documento, el consejero se ha referido en su comparecencia, en respuesta a las críticas que le ha planteado EH Bildu por este motivo, al tratamiento otorgado por el Gobierno vasco al euskera durante la primera fase de la pandemia.
Zupiria ha asumido la necesidad de realizar un ejercicio de "autocrítica" por este motivo, dado que ha reconocido que "en muchas ocasiones", y especialmente durante el confinamiento entre marzo y junio de 2020, las comunicaciones de la Administración autonómica se realizaron "solo en castellano".
"El euskera, como la gente, también se quedó en casa", ha manifestado el consejero, quien ha reconocido que el Gobierno vasco "hizo mal" al actuar de esa forma, por lo que ha asumido la "responsabilidad" que le corresponde por este motivo.
SIN "IMPOSICIONES"
En su intervención, también ha rechazado cualquier forma de "imposición de una lengua sobre otra", y ha defendido el derecho de los ciudadanos a elegir la lengua oficial --euskera o castellano-- que quieren usar en su vida diaria y en sus relaciones con la Administración.
Además, ha expresado su preocupación por el futuro del euskera en un entorno cada vez más globalizado y digital, en el que el inglés es la lengua predominante. Por ese motivo, ha subrayado que el refuerzo de la presencia de la lengua vasca en los entornos digitales es uno de los mayores "desafíos" que afronta el euskera.
La importancia de este reto aparece recogida en la 'Agenda Estratégica del Euskera 2021-2024', documento que define las líneas de trabajo y los objetivos estratégicos de la política lingüística de esta legislatura.
Este texto fija cuatro objetivos estratégicos para seguir incrementando el conocimiento y el uso del euskera, avanzar en la garantía de los derechos lingüísticos, y reforzar la colaboración interinstitucional en todos los territorios del euskera.
El consejero ha explicado que esta agenda es un instrumento para avanzar en la normalización de la lengua vasca y para incrementar su conocimiento y potenciar su uso, "fomentando la activación social en todos los ámbitos para que su uso se convierta en una norma social normalizada".
"CONVIVENCIA"
Zupiria ha afirmado que el Gobierno concibe la política lingüística como un instrumento para "contribuir a construir una convivencia lingüística cada vez más equilibrada, que promueva el uso del euskera en más ámbitos, desde la colaboración, tanto con los agentes del ámbito del euskera, como con los diversos agentes de las demás lenguas minorizadas".
Esta estrategia se alinea con el programa de gobierno para esta legislatura, en el que se recoge el compromiso de incrementar el conocimiento del euskera y, sobre todo, incidir en su uso en los ámbitos socioculturales, económicos, digitales y del sector público.
El programa de legislatura recoge, asimismo, el objetivo de avanzar hacia el pleno respeto de los derechos lingüísticos y hacia una convivencia lingüística normalizada, así como la apuesta por reforzar la colaboración interinstitucional con todos los territorios del euskera.
Para poder alcanzar estos compromisos, el Gobierno vasco ha aprobado cuatro objetivos estratégicos a través de esta nueva agenda. En ella, se apuesta por seguir aumentando el conocimiento del euskera de la ciudadanía y por consolidar el plan de aprendizaje de las personas adultas.
A su vez, el Gobierno se fija como meta seguir aumentando el uso del euskera de la ciudadanía, garantizar la transmisión del euskera, aumentar su uso en el ocio, en el deporte, en el entorno digital, en los medios de comunicación, en el sector público y en el ámbito socioeconómico público y privado.
La estrategia diseñada por el Ejecutivo incluye el compromiso de avanzar en la garantía de los derechos lingüísticos de la ciudadanía, reforzar la colaboración interinstitucional en todos los territorios del euskera, elaborar consensos para desarrollar la política lingüística, y reforzar la colaboración interinstitucional.
LA "OLA" DE LA DIGITALIZACIÓN
Por parte de la oposición, la parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera ha advertido al consejero de que resulta "vital" enfocar de una forma "acertada" el reto de garantizar la presencia del euskera en los entornos digitales y en la inteligencia artificial. En caso de no ofrecer una respuesta adecuada a este desafío, ha asegurado que el euskera será "tragado por la ola del siglo XXI". A su vez, ha denunciado los "ataques judiciales" que en los últimos meses se están produciendo contra el euskera y otras lenguas oficiales del Estado.
Desde las filas de Elkarrekin Podemos-IU, Gustavo Angulo ha lamentado la "falta de referencias" de la nueva estrategia del euskera a los productos audiovisuales, como el cine o los doblajes. Además, ha reclamado más recursos para extender la gratuidad del aprendizaje de esta lengua entre los adultos.
"DESEQUILIBRIOS"
El parlamentario del PP Carmelo Barrio ha criticado los "desequilibrios y desproporciones" que --según ha dicho-- produce la política lingüística del Ejecutivo vasco, sobre la que ha afirmado que no contribuye a la "convivencia" entre las dos lenguas oficiales de Euskadi.
La parlamentaria del Grupo Mixto-Vox, Amaia Martínez, ha acusado al Ejecutivo vasco de "imponer" el euskera con el objetivo de "construir nación" y "culminar sus ensoñaciones".
Por parte de los grupos que apoyan al Gobierno, Maialen Gurrutxaga (PNV) ha defendido la estrategia elaborada por el Ejecutivo como un instrumento "muy válido" para seguir avanzando en la normalización y el uso del euskera.
El parlamentario del PSE-EE Alberto Alonso ha defendido que las dos lenguas oficiales de Euskadi deben poder convivir "en las mismas condiciones", y ha afirmado que el hecho de que un idioma sea hablado por un mayor número de personas "no le hace superior" a otra.