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En materia de seguridad, comienzan a surgir dos tendencias opuestas: por un lado, se consolida la colaboración que han mantenido durante años el Gobierno vasco y la Ertzaintza con los ayuntamientos y sus policías locales y, por otro, emerge el desmarque de EH Bildu, que apuesta por organizar sus propias ofertas públicas de empleo con el argumento de que los procesos centralizados en la academia de Arkaute provocan que los policías destinados a sus pueblos no conozcan el entorno. El debate conecta de manera inevitable con el rechazo histórico de la izquierda abertzale al modelo policial vigente.
Mientras Zumaia, Getaria y Azpeitia han anunciado una OPE conjunta para marzo, el Gobierno vasco de Imanol Pradales aprobaba este martes la firma de un nuevo convenio de colaboración entre el Departamento de Seguridad de Bingen Zupiria y la asociación de municipios vascos Eudel, “para reforzar la cooperación y coordinación policial”. Este convenio sustituirá al firmado en 2018, y plantea cuestiones como “la unificación de criterios en cuanto a estructura, dotación de personal, medios técnicos, armamento, equipamiento, uniformidad y documentación para la acreditación profesional”, reforzar los procedimientos selectivos de las policías locales con apoyo de Arkaute y preservando siempre la autonomía municipal, promover el euskera y la igualdad, y fijar criterios comunes en materia de seguridad vial. Se prevé la creación de mesas de trabajo coordinadas por el Departamento, y una comisión de seguimiento. Cabe recordar que Bildu está representada en la cúpula de Eudel.
¿Entra en colisión con las OPE propias de Bildu? El director de Coordinación de Seguridad, Asier Erkoreka, recuerda en declaraciones a Grupo Noticias que el primer convenio del Gobierno vasco con Eudel se remonta al año 2010, y en 2018 se firmó otro nuevo, que se actualiza ahora. Explica que estos acuerdos surgieron por la demanda de los propios ayuntamientos de participar en la seguridad pública y disponer de las capacidades de Arkaute. Así, en la mesa de formación y selección de personal, surgió la reivindicación municipal de disponer de procesos “ágiles y que no supusieran un coste económico excesivo”. De ahí nacieron las convocatorias conjuntas con la Er-tzaintza. Se trataba de evitar que cada ayuntamiento tuviera que organizar procedimientos adicionales y que cada aspirante a policía tuviera que presentarse a multitud de convocatorias. “Se hizo con un consenso sólido”, reivindica.
El fruto de esa colaboración han sido “miles de plazas” y un proceso que ha dado “solvencia” a los ayuntamientos porque la academia de Arkaute puso sus medios a su alcance.
¿Puede EH Bildu organizar sus convocatorias? Sí, pero siguiendo los criterios de la Ley vasca de Policía, que recuerda el papel que tiene la academia de Arkaute en la formación y la selección de policías. Por tanto, “Arkaute tomará parte en la selección” y será su directora quien, tras el proceso de formación, proponga a los ayuntamientos las personas que pueden ser aptas. En Lakua no se contempla otro escenario, porque así lo establece la ley. El director de Coordinación de Seguridad recuerda también que la selección debe realizarse siguiendo los criterios del “mérito, la capacidad y la igualdad”. EH Bildu apela, por su parte, al arraigo.
El cuestionamiento
EH Bildu ha asegurado estos días que suelen quedar plazas vacantes en los ayuntamientos pequeños, porque los agentes prefieren las capitales. Pero también ha añadido que se acaba fichando a agentes sin arraigo, que no conocen el municipio o no tienen nivel de euskera. A tal punto ha llegado esta polémica, que en ámbitos sindicales han asegurado que algunos municipios están fichando efectivos que no han pisado Arkaute. En paralelo, EH Bildu cuestiona desde la campaña electoral que todos lleven armas.